DOCTYPE html PUBLIC "-//W3C//DTD XHTML 1.0 Transitional//EN" "http://www.w3.org/TR/xhtml1/DTD/xhtml1-transitional.dtd">
Las Batallas se tornan díficiles muchas veces, y las fuerzas se agotan, la proclamación de Victoria ya no va acompañada de fe, los pies ya no pisan la roca firme sino que arena van hundiendo los pies, la espada apenas la puedes sostener pero dentro de tí sabes que si la sueltas estás muerto.
Mi Armadura del Soldado Guerrero está gastada llevando en ella muchas marcas de las muchas batallas ya ganadas, pero se aproxima la gran batalla y necesito URGENTE un refuerzo en mi...es ahí en medio de dardos de fuego, clamo al poder del Espíritu Santo que llene mi corazón de fuego, que venga la Sangre de Cristo a cubrirme y fue en ese instante cuando su mano tomo mi mano y la apreto fuerte para que yo no soltara mi espada. Me dice eres mi FlorGuerrera y sopla su espíritu sobre mi.
Ahora estoy de pie mi corazón arde, comienzo a ponerme el Yelmo de la Salvación, la Coraza de Justicia, los Zapatos del Evangelio, amarro mi Cinturon de la Verdad y tomo Mi Espada y peleo esta batalla gritando "EN EL NOMBRE DE JESÚS, EL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES"
"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes". Efesios 6:13-14